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miércoles, 19 de febrero de 2014

El Abecedario y la N

La letra N no sabe nadar, nadie nunca le enseñó...



Vamos a ver, además de nube palabras que comiencen por la N....

¡ Nido!



¡Nísperos!



¡Naturaleza!



¡Níscalos!



¡Novela!




¡Negro!



¡ Nabo!



¡Nariz!



¡Nave espacial!





¡Nudo!




¡Noticias!




¡Noche!




¡Navidad!




¡Nuez!





¡Nogal!



¡Nieve!



¿Conocéis el cuento del Muñeco de nieve?
Lo escribió  Hans Christian Andersen.
Aquí tenéis un video que cuenta la historia...






Pablo Neruda fue un maravilloso escritor y poeta.




Aquí os dejamos otro cuento de Hans Christian Andersen

Los Novios



                     El trompo y la pelota estaban en un cajón entre lo demás juguetes, y el trompo le dijo a la pelota:
- ¿ Nos hacemos novios? Porque pasamos mucho tiempo juntos metidos en el cajón.
Pero la pelota , que estaba hecha de tafilete y era muy presumida, como señorita fina, no quiso responder.
Al día siguiente llegó el niño al que pertenecían los juguetes. Pintó el trompo de rojo y amarillo y le metió un clavo de metal por en medio. Tenía un aspecto precioso el trompo, cuando daba vueltas.
- Mírame – le dijo a la pelota – ¿Qué dices ahora? ¿Vamos a ser novios? Hacemos muy buena pareja. Vos saltáis y yo bailo. ¡No puede haber nadie más feliz que nosotros!
- Eso es lo que tú crees – dijo la pelota – ¿Es que no sabes que mi padre y mi madre fueron zapatillas de tafilete, y que yo tengo un tapón en la cintura?
- Bueno, pero yo soy de caoba – dijo el trompo – Y me torneó el alcalde en persona; tiene su propio torno, y se lo pasó estupendamente.
- ¿Quieres que me lo crea? – dijo la pelota.
- ¡ Que nunca me hagan girar si miento! – respondió el trompo.
-¡ Habláis demasiado bien de vos mismo!  – dijo la pelota -. Pero no puedo, porque estoy ya medio comprometida con una golondrina. Cada vez que salgo al aire libre saca la cabeza del nido y dice: “¿Queréis, queréis?”, y yo he dicho internamente que sí, y es casi  estar medio comprometida. Pero os prometo que nunca os olvidaré.
- ¡Pues vaya si eso me sirve de mucho!- dijo el trompo.
Y dejaron de hablarse.
Al día siguiente se llevaron la pelota. El trompo la vio subir al aire igual que un pájaro, tan arriba que al final casi ni se la veía. Volvía a bajar todas las veces, pero en cuanto tocaba el suelo volvía a dar un salto muy alto. Quizá porque añoraba al pájaro o porque tenía un tapón en la cintura. La novena vez, la pelota se fue y no volvió. Y el muchacho buscó, pero había desaparecido.
-¡Ya sé dónde está! – suspiró el trompo -. Está en el nido de golondrinas y se ha casado con la golondrina.
Cuanto más lo pensaba, tanto más enamorado estaba el trompo de la pelota. Precisamente porque no había podido conseguirla crecía su amor. Que se hubiera ido con otro era lo más importante. Y el trompo bailaba dando vueltas y zumbando, pero no pensaba más que en la pelota, que en su mente  iba haciéndose cada vez más bella. Así pasaron muchos años…  y aquello se convirtió en un antiguo amor.
El trompo ya no era joven… Pero un día lo doraron todo entero; nunca había estado tan bonito. Ahora era un trompo de oro que giraba y zumbaba. ¡ Aquello era digno de verse! Pero de pronto saltó muy alto… y desapareció. Buscaron y buscaron, incluso en el sótano, pero no hubo forma de encontrarlo… ¿Dónde estaría?
Había saltado al cubo de la basura, donde había toda clase de cosas, tallos de col, desperdicios y gravilla caída del alero del tejado.
- En menudo sitio he venido a caer. En seguida se me irá el dorado. ¡Y qué gentuza hay aquí! – y miró de reojo a un largo tallo de col pelado que había al lado, y a una extraña cosa redonda que parecía una manzana vieja…, pero no era una manzana, sino una pelota vieja que había pasado muchos años en el alero del tejado y se había estropeado con el agua.
- Gracias a Dios que encuentro aquí a alguien de mi categoría con quien poder hablar – dijo la pelota observando al trompo dorado – . En realidad soy de tafilete, cosida por manos de una doncella, aunque no se me note. Iba a casarme con una golondrina, pero me caí en el alero del tejado y allí he pasado cinco años empapándome. ¡ Es muchísimo tiempo para una doncella!
Pero el trompo no dijo nada; pensaba en su antigua novia, y cuanto más oía, más claro tenía que aquello era ella.
Vino entonces la criada a tirar la basura.
- ¡Anda, aquí está el trompo de oro! – dijo.
Y el trompo volvió al cuarto muy respetado, pero la pelota no se enteró, y el trompo no volovió a hablar de su antiguo amor.  Eso sucede cuando la novia se ha pasado cinco años en un canalón empapándose; no se la vuelve a reconocer aunque uno se la encuentre en el cubo de la basura.

Aquí tenéis la  inolvidable canción de los Payasos de la tele  Cómo me pica la nariz


También empieza por N  un famoso río de Egipto, el Nilo, aquí tenéis la historia que sucedió en una pirámide cercana.
Fátima , una momia muy responsable





Y para despedir esta entrada, un libro que tiene muy buena pinta...
El increíble niño comelibros


¡Hasta la próxima!






















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