lunes, 9 de diciembre de 2013

El Abecedario y la F

¡ Feliz día a tod@s!
Hoy vamos a hablar de la letra F y su amigo el fantasma...



Palabras que empiecen por la letra F...
Venga , va, que es facilísimo...

¡ Flor!




¡Fideos!



¡Fósiles!



¡Fotografía!



¡Flauta!



¡Focas!



¡Filete!



¡Fiesta!


¡Facócero!



¡Fútbol!


¡ Fisioterapeuta!


¡Frío!



¡Fuego!



Un cuento que empiece por F.... 
¡El Flautista de Hamelín!
Hemos encontrado esta versión de Disney


Se han hecho muchas versiones del Flautista de Hamelín, historia recogida por los hermanos Grim.
Aquí tenéis el cuento, una historia triste , en realidad, pues tras el engaño al que someten al flautista, llega su venganza...


El Flautista de Hamelín


Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín, sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas despensas.           ratas
Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga.
Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y de las casas, que hasta los mismos gatos huían asustados.
Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que veían peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron al Consejo y dijeron: “Daremos cien monedas de oro a quien nos libre de los ratones”.
Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno, alto y desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: “La recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un sólo ratón en Hamelín”.
Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones, quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del flautista que tocaba incansable su flauta.
Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.
Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar cruzarlo para seguir al flautista, todos los ratones perecieron ahogados.
Flautista 2Los hamelineses, al verse al fin libres de las voraces tropas de ratones, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos, volvieron a sus prósperos negocios, y tan contentos estaban que organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace, comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la noche.
la mañana siguiente, el flautista se presentó ante el Consejo y reclamó a los prohombres de la ciudad las cien monedas de oro prometidas como recompensa. Pero éstos, liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le contestaron: “¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te pagaremos tanto oro por tan poca cosa como tocar la flauta?”.
dicho esto, los orondos prohombres del Consejo de Hamelín le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas.
Furioso por la avaricia y la ingratitud de los hamelineses, el flautista, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima melodía una y otra vez, insistentemente.
Pero esta vez no eran los ratones quienes le seguían, sino los niños de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban tras los pasos del extraño músico.
Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera, sorda a los ruegos y gritos de sus padres que en vano, entre sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al flautista.
Nada lograron y el flautista se los llevó lejos, muy lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los niños, al igual que los ratones, nunca jamás volvieron.
En la ciudad sólo quedaron sus opulentos habitantes y sus bien repletos graneros y bien provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas y un inmenso manto de silencio y tristeza.
Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta desierta y vacía ciudad de Hamelín, donde, por más que busquéis, nunca encontraréis ni un ratón ni un niño.

En la actualidad, hay una calle en la ciudad de Hamelín, en la que está prohibida la música.
Incluso en las fiestas de la ciudad, cuando las bandas de música atraviesan esta calle, paran de tocar y continúan una vez atravesada la calle. Es una tradición que se mantiene en recuerdo de los niños desaparecidos de la ciudad el 26 de junio de 1284.


Hablando de Flautistas y de Flautas... ¿conocéis La Flauta Mágica?
Es una preciosa ópera de W. A. Mozart.
A las chicas del Tenderete nos encantaría viajar a Salzburgo, ciudad en la que nació Mozart,  para poder acudir al Teatro de Marionetas en el que representan esta obra.
Mirad qué buena pinta tiene...



Podéis conocer algo más sobre Mozart y  esta obra, de una forma divertida, leyendo y escuchando este libro/Cd



Hablando de ópera.... Beethoven compuso una que también empieza por la letra F...


Fidelio

Es una ópera, la única ópera que escribió el gran compositor L. Beethoven.
En ella se cuenta la historia de Leonore y Florestán, y de cómo Leonore se hace pasar por un chico, haciéndose llamar "Fidelio", para conseguir entrar en la cárcel en la que se encuentra preso por cuestiones políticas su marido Florestán y de cómo consigue liberarlo de la muerte...

Si queréis saber más cosas las podréis encontrar en este otro libro



¿Sabéis lo que es una Fábula?
Según el diccionario es una "narración literaria, generalmente en verso, cuyos personajes son animales a los cuales se hace hablar y obrar como personas, y de la que, generalmente se deduce una enseñanza práctica".
Es decir, se trata de una historia en la que los actores son animales y de la que sacamos alguna conclusión final.

Un maestro en esto de las Fábulas fué Félix Mª de Samaniego, que nació en el bonito pueblo de Laguardia (Álava),
En estos días nuestros amigos de Sapo producciones, están representando en Laguardia unas rutas teatralizadas en torno a la figura de  Samaniego.
Aquí tenéis al Asno. ¡Qué chula la máscara!





                                           El Asno y el Cochino

Envidiando la suerte del Cochino
un Asno maldecía su destino.
"Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza, y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía".

Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:

" Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos".



                                  Os proponemos una manualidad divertida y sencilla de hacer.
                                           Son los chupa chups disfrazados de fantasmas.


Para realizarlos, simplemente forráis un chupa chup con un pañuelo de papel, lo enroscáis un poco alrededor del caramelo y lo atáis con hilo o goma, dejando suelto el resto del pañuelo, a modo del vestido del fantasma.
Después le pintáis unos ojos y una boca y ya está listo para hacerlo bailar el Rock del Fantasma de las chicas del Tenderete.
En estos hemos puesto un hilo de goma en la parte superior para hacerlos bailar mejor...
Aquí tenéis a los fantasmas en un video casero que hemos hecho para divertirnos un rato.

Rock del Fantasma




Este es el rock, rock del Fantasma.
Este es el rock, rock del Fantasma.
Este es el rock , rock del Fantasma.
Este es el rock , rock del Fantasma.
Este es el rock del Fantasma.
Uh, uh, uh...............................

Yo vivo en un castillo,
un castillo abandonado.
Y a todos los que vienen,
buenos sustos les he dado.

No soy mala persona,
pero me gusta asustar
y lo que más me gusta ,
es ponerme a cantar el ....

Rock, rock, rock del Fantasma.
Rock, rock, rock del Fantasma.
Rock, rock, rock del Fantasma.
Rock , rock, rock del Fantasma.
Este es el rock del Fantasma.
Uh, uh, uh...........................


En este enlace podéis ver el proceso para hacer los Fantasmas.
Nosotras los hemos hecho con pañuelos de papel, aquí los hacen reciclando una camiseta...
¡Que lo paséis muy bien fantasmeando!












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